miércoles, 25 de noviembre de 2009

Entre el toro y el rio

Georges Pierre Seurat fue un pintor francés (1859-1891, Francia) fundador del neoimpresionismo, que destacó por sus estudios sobre colores, luz y contraste; creando el Puntillismo, técnica que fue utilizada sólo por el, del cual se destaca su obra “A Sunday afternoon on the island of La Grande Jatte”, que es considerada una de las pinturas más importantes del siglo XIX.


Pablo Picasso, el reconocidísimo pintor español (1881, España-1973, Francia) creador del cubismo, que junto con su obra maestra “Guernica” revolucionó y marcó nuevas pautas para la pintura. Este pintor no comenzó como otros, con dibujos en la niñez que eran corregidos o admirados sólo por sus padres, ya que a la edad de 7 años hizo su primer óleo académico.


Dentro del cuadro de Seurat queda marcado el paisaje de un día común en un parque, en el cual se aprecia el contexto de un lugar tranquilo; un ambiente caluroso, probablemente de verano, que invita a los habitantes a pasear al lado del río Sena y disfrutar de una tarde libre para el descanso y la relajación.
En cambio dentro del Guernica se presenta una historia completamente distinta, pues se ilustra el contexto desolado de una ciudad que acaba de ser bombardeada; un día lleno de dolor, represión y pesar; un lienzo lleno de simbolismo y realidad de la Guerra Civil de España.

Picasso dentro de su cuadro usó colores oscuros y melancólicos para representar la tragedia y ajetreo de la que fuera víctima la ciudad, por la cual su cuadro lleva el nombre, de Guernica (la escala de los grises, blancos y negros) y tardó dos meses en realizarlo (mayo y junio de 1937). Mientras Seurat, en su alegre y calmada tarde de domingo usó colores más vivos, tales como el amarillo, naranja, blancos y cafés tirando a color crema, y distintos tonos de verde; jugando con la luz, logró crear sombras y figuras más reales a la vista simple; tardó en pintarlo dos años.

Aquella vista y paisaje de La Grande Jatte contiene formas más acercadas a la imagen real de las cosas, facilitando la comprensión de lo que el autor quería plasmar en su pintura, de esta manera facilita a nuestra vista la percepción de los matices y contrastes obtenidos por medio del Puntillismo, el uso de distintas percepciones de luz, así como de donde (lugar en el cuadro) proviene la misma.

Sin embargo en el Guernica, al ser una obra perteneciente al Cubismo, el uso de las sombras y la percepción de los matices se dificultan a primera vista; a pesar de ello crea la intriga dentro del espectador, que le obliga a profundizar en la observación de esta obra, llevándolo a encontrar nuevas formas y figuras dentro del cuadro, que le permiten interpretar y sentir lo que el pintor deseaba mostrar.

En ambos cuadros se puede ver fácilmente a la población del lugar, y así mismo a la familia, sin embargo de maneras muy opuestas; en el cuadro de Seurat, tanto la población como la familia, se encuentra disfrutando de una tarde en la que se ven reunidos para disfrutar, compartir y jugar en un jardín público.
Picasso muestra una vista cruda del sufrimiento, al pintar en su lienzo a una madre que pierde a su hijo en sus brazos, un soldado desmembrado, gente pidiendo ayuda, edificios en llamas y algunas figuras retóricas de su cultura (el caballo y toro) y lo sucedido (la paloma de la paz que ha sido difuminada con el fondo, la vela y la bombilla).

Ambos cuadros son piezas magistrales de sus corrientes artísticas y han sido ejemplares distintivos de sus autores, así como de la historia de sus naciones. Son grandes obras que dieron pie a nuevas ideas dentro del arte y nos muestran dos situaciones importantes para la cosmovisión de sus creadores.