viernes, 8 de abril de 2011

Conejo Blas

¿A dónde voy? ¿Qué hago? - Nada de seguro - Camino entre la gente en la calle y - critico lo que veo... - los observo. Todo ha cambiado, ahora sí me volví loca - ...siempre lo estuve... -, pienso.
Estoy estudiando Comunicación y Periodismo, que no se me olvide, siempre deberé ser objetiva - ...¡pamplinas, los medios condicionan!... -, jamás se tratará de mí, sólo lo que tenga qué decir -...-.

Un profesor nos motivó a seguir estudiando -...dijo que para nuestra graduación los empleos estarán a la baja...-, tendremos que ser muy competitivos en el campo laboral cuando salgamos al mundo -...ganaríamos más siendo taxistas o taqueros...-, sobre todo cuando vienen otras generaciones de comunicólogos y periodistas, sin mencionar a nuestros compañeros de salón y de otras univesidades, que también quieren el trabajo.

Los hábiles, mentalmente, diputados de mi país han propuesto una reforma laboral que impedirá a los trabajadores generar antigüedad, y por ende, no tener una seguridad de trabajo ni recibir indemnizaciones en caso de despidos, por demás injustificados, -...justo cuando pensaba que sería una gran comunicóloga, con "harta" oportunidad de tener un lindo trabajo en algún medio escrito, de esos que abundan por acá;...- ¡es tan claro que lo hacen a favor de mejorar las condiciones de vida! ¿Cómo podría alguien cuestionarlo?

De unos cincuenta que somos en mi generación -...soy una exagerada, hemos de ser menos...-, alrededor de veinte lograremos -...porque espero estar ahí...- graduarnos de la licenciatura, cerca de la mitad logrará dedicarse a lo que estudió -...por lo que me he quemado las pestañas los últimos dos años...-, es debido a esto que todos nos quieren motivar. El profesor y los diputados, principalmente.

Por alguna extraña razón, recordé una cacioncita que solían cantarme mis tías cuando era pequeña, ¿a dónde vas, conejo Blas, con esa escopeta cargando detrás? "A ser periodista", les diría ahora, "y no llevo escopeta, no, es una cámara, ¡miren qué linda está!" -... me costó un ojo de la cara, obvio que es linda...-.

Pero, ¿a dónde voy? Intento aprender todo lo que puedo de este oficio -...¡pero ya sé hacer tacos!...- y después trabajar en algo de mi gusto, aún mejor: que me paguen por hacerlo -...podría empezar por venderlos en un carrito...-; da gusto saber que los profesores hablan con la verdad, sin embargo, el periodismo y la comunicación tienen muchas ramas. He recibido por parte de, precisamente, aquél maestro clases de administración -...no debe ser muy difícil llevar mi negocio de taquitos "doña chicle"...-, ¡podría empezar una revista! Incluso, con mis actuales compañeros, uno no sabe -...está pegajoso el nombre, ¿no?...- en dónde terminará -...sería bueno tener variedad en los tacos...-, a lo mejor en una dependencia, oficinitas que hay en el centro -...ofreciendo mis taquitos de canasta...- o yo que sé -...sí, mis taquitos serán...-.

Conejo Blas, ¿a dónde vas? -...a ver que no se me quemen los tacos...- Por la cámara, que el ser comunicador y periodista no tiene que ser un trabajo, mucho menos preocuparme por la falta de empleos para el 2013, de los diputados -...¡CABRONES!...-, ¿qué puedo decir? Tengo que mantenerme objetiva y acatar las normas de los medios, si ellos dicen, pues que digan. Por eso ando como boba por la calle, viendo a todos pasar -...criticando como sólo las mujeres y los gays sabemos...-. Al fin y al cabo que siempre me quedará ser taxista o taquera -...¡pásele, pásele! ¿Qué va a ordenar?-.